El Estado sin partidos es frágil. Inicio con este postulado porque es preocupante el marcado interés de algunos sectores sociales por debilitar el sistema de partidos políticos en nuestro país; se les acusa de promover la corrupción y la ineficiencia administrativa, logrando con esas afirmaciones una polarización que divide la sociedad haciéndola enfrentarse consigo misma, promoviendo los conflictos.
No debemos perder de vista que las organizaciones son su gente.
La estabilidad de los sistemas en vías de modernización depende de la fortaleza de sus organizaciones políticas, porque reflejan su alcance a través del apoyo de las masas logrando así la institucionalización. Son los partidos, y así lo creo, instrumentos de solidez política real y presuntiva, todo dependerá de que lado usted vea la moneda.
En las aspiraciones de lograr una visión-país, como marco de orientación en los esfuerzos públicos, lo que debemos proponernos es alcanzar la prosperidad, promover espacios donde los ciudadanos puedan vivir dignamente, en los que se ejerciten los valores éticos; integrando a los más jóvenes en el marco de la democracia participativa. La vía ideal para la representación es a través de los partidos.
Cuando se habla de adecentar la actividad política lo primero que me llega a la mente es la coordinación de acciones para dirigir las organizaciones por el mejor desempeño social. En el ejercicio del poder se requiere que los actores políticos puedan mejorar su credibilidad recuperando la confianza ciudadana.
Relanzar la política no es tarea de un solo partido, debe ser resultado de un esfuerzo colectivo a través del diálogo y sus espacios de trabajo. Donde todos manifiesten su interés y compromiso por la reducción de los conflictos sociales, monitoreando el clima de paz y la cualificación de su membresía.
Hace unos pocos días el Foro Permanente de Partidos Políticos de la República Dominicana FOPPPREDOM, extendió una invitación para sus partidos miembros, a los fines de socializar las propuestas de reformas que fueron presentadas por el actual presidente de la República para el fortalecimiento institucional y gestión eficiente del Estado, respecto del Concejo Económico y Social.
El organismo sugiere la creación de mesas sectoriales para el tratamiento de los temas, en las que sean integrados, además, representantes de todos los partidos aun estos no cuenten con representación congresual; técnicos, ex incumbentes y especialistas en las diversas áreas.
Convencida de que el desarrollo de la calidad moral es un mandato, ante una sociedad cada vez más crítica que demanda bienestar y el uso eficiente y transparente de los recursos públicos, me parece admirable que la dirigencia nacional se una para buscar soluciones conjuntas en beneficio del pueblo dominicano.