Rossanna Figuereo, DL. – Si en República Dominicana no se presta la debida atención a las reducciones en los niveles de cobertura de los servicios médicos rutinarios y al aumento de la disminución del peso que corresponde a la estatura (emaciación infantil), en los próximos seis meses podrían morir unos 873 niños por los efectos colaterales de la pandemia por COVID-19.
Asimismo, si se interrumpen los servicios ordinarios de atención médica y se restringe el acceso a los alimentos, el aumento de las muertes infantiles y maternas será devastador.
Los datos fueron revelados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al resaltar, además, que durante los 12 meses siguientes al comienzo de la pandemia por COVID-19, en el escenario más leve habría una disminución de cobertura de intervenciones de 9.8 a 18.5 durante 6 meses y un aumento de un 10%, por lo que la desnutrición aguda provocaría en el país 873 muertes adicionales de menores de cinco años, y 40 muertes maternas adicionales.
“En el escenario más grave por la reducción de cobertura de intervenciones de 39.3 a 51.9%, durante seis meses y un aumento por la desnutrición aguda en un 50 %, por lo que se estimarían 5,129 muertes adicionales de niños o niñas menores de cinco años y 246 muertes maternas. En este peor escenario estaríamos retrocediendo 30 años en ambas cifras de muertes”, resaltó Rosa Elcarte, representante en el país del Unicef.
Los datos ofrecidos por Elcarte están contenido en un estudio realizado por investigadores de la Escuela Johns Hopkins Bloomberg de Salud Pública, publicado recientemente en la revista The Lancet Global Health, en el que también se analizan los efectos que las reducciones de las intervenciones vitales que, a causa de la crisis tienen sobre las muertes maternas e infantiles.
“Estas intervenciones abarcan la planificación familiar, atención prenatal y postnatal, obstetricia, vacunas y servicios preventivos y curativos”, sostuvo.
El estudio revela que, el mayor número de muertes infantiles adicionales se deberá a un aumento en desnutrición aguda, a la reducción del tratamiento de la neumonía y a la sepsis neonatal.
Igual realidad en otros países
El estudio realizado por los investigadores de la Escuela Johns Hopkins Bloomberg de Salud Pública, estima que al menos 6,000 niños adicionales podrían morir cada día por causas prevenibles a lo largo de los próximos seis meses a medida que la pandemia por COVID-19 sigue debilitando los sistemas de la salud e interrumpiendo los servicios rutinarios.
En el análisis se resaltan tres supuestos: leve, moderado y grave, y tomando como base el peor de tres supuestos de 118 países de ingresos bajos y medios, se estima que podrían producirse alrededor de 1,2 millones de muertes adicionales de menores de cinco años en tan solo seis meses debido a las reducciones en los niveles de cobertura de los servicios médicos rutinarios y al aumento de la emaciación infantil.
“Estas potenciales muertes infantiles se sumarían a los 2,5 millones de niños que mueren cada seis meses antes de cumplir cinco años en los 118 países incluidos en el estudio, lo que podría echar por tierra casi una década de avances para poner fin a la mortalidad prevenible de menores de cinco años”, indica.
Asimismo, también podrían producirse 56,700 muertes maternas adicionales en tan solo seis meses, sumadas a las 144,000 muertes que ya tienen lugar en los mismos países a lo largo de un período de seis meses.
#Reimaginar
Acorde a esta realidad, Unicef anunció que lanzará esta semana la campaña mundial #Reimaginar, en busca de tratar de impedir que la pandemia se convierta en una crisis a largo plazo para los niños, especialmente los más vulnerables: los que se ven afectados por la pobreza, la exclusión o la violencia familiar.
A través de la campaña, el organismo internacional dijo que hará un llamamiento urgente para que los gobiernos, la población, los donantes y el sector privado se sumen a esa iniciativa para tratar de responder, recuperar y reimaginar un mundo que en la actualidad se encuentra asediado por el coronavirus.
Otros datos de interés
“En el peor de los casos, la cifra mundial de niños que mueren antes de cumplir cinco años podría aumentar por primera vez en décadas”, aseguró la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
“No podemos permitir que las madres y los niños sufran los daños colaterales de la lucha contra el virus. Y no podemos permitirnos perder décadas de avances en la reducción de muertes prevenibles de madres y de niños”, alegó.
En los países cuyos sistemas de salud ya eran débiles, el COVID-19 está ocasionando interrupciones en las cadenas de suministro médico y está sobrecargando los recursos humanos y financieros.
Las visitas a los centros médicos están disminuyendo debido a los confinamientos, los toques de queda y las interrupciones en los transportes, y también por el temor que siguen teniendo las comunidades a infectarse.
En un comentario sobre el informe de The Lancet, UNICEF advierte de que estas interrupciones podrían desencadenar aumentos potencialmente devastadores de las muertes maternas e infantiles.
La crisis del COVID-19 «es una crisis de los derechos infantiles. Necesitamos una respuesta inmediata, a medio y a largo plazo que no solo aborde los obstáculos planteados por la pandemia y sus efectos secundarios sobre los niños, sino que también sirva para esbozar un plan definido dirigido a reconstruir un mundo mejor cuando logremos superar la crisis. Para ello, necesitamos las ideas, los recursos, la creatividad y la solidaridad de todo el mundo”, dijo Fore.