Las luchas democráticas solo pueden comprenderse cuando el liderazgo reconoce la composición y estructura de la realidad social. La transformación de nuestro escenario político se vuelve reveladora, para interrogarse en la forma como se asumen los nuevos retos entorno a una sociedad que se unifica a pesar de las diferencias.
A lo largo de la historia, han surgido grandes líderes que con sus acciones dejaron una huella profunda, en sus respectivos países y seguidores.
Winston Churchill, sin dudas el gran líder del siglo XX, fue un estadista reconocido por su liderazgo como primer ministro del Reino Unido durante la segunda guerra mundial. A pesar de vivir en un siglo tormentoso por el intenso conflicto que sumió al mundo en un gran caos, “The Old Lion” logró que Inglaterra sobresaliera.
Años más tarde Margaret Thatcher fue primera ministra en el período de 1979-1990, siendo la única mujer que hasta la fecha ha ocupado ese cargo y que debido a su dominio del poder y firme carácter, realizó una gran transformación social en su país, respecto de la economía, política y educación.
Nelson Mandela, político, abogado, activista y filántropo sudafricano, fue el primer presidente de raza negra en encabezar el poder ejecutivo en su país, además, elegido por el sufragio universal. Su legado será siempre un referente en la lucha por los derechos de las personas.
En la República Dominicana actual tenemos al Dr. Leonel Fernández, quien impidió la instauración de una dictadura en pleno siglo XXI. Reveló que existía un laborantismo en la sombra buscando cooptar legisladores, para modificar la Constitución y así permitir la reelección indefinida del ahora presidente saliente.
Su lucha conquistó el clamor nacional, teniendo como lema “todos por la Constitución”. Siempre será recordado aquel discurso ante el Congreso Nacional en el que miles de dominicanos bajo la lluvia, se mantuvieron junto a él, vigilantes, para defender lo que establece la Carta Magna.
El país vivió el acontecimiento nacional más relevante de los últimos tiempos, una proeza histórica.
La determinación de transitar el camino correcto que exhibe Fernández, lo convirtió en líder y artífice de una nueva cultura político-partidaria; la Fuerza del Pueblo. Con apenas nueve meses de formación, esta organización logró representación por ante el Congreso Nacional y varias Alcaldías, obteniendo también un porcentaje que de inmediato le coloca en la posición de Partido mayoritario con una grandiosa proyección a futuro.
Los grandes líderes dejan su estampa.En el pasado proceso la ciudadanía se expresó con civismo y madurez política, fortaleciendo la vocación democrática. Corresponde ahora continuar vigilantes de que se respeten los principios por los que se debe regir la administración pública, trabajar con más amor y compromiso por el país, fortaleciendo las instituciones y apuntando siempre hacia el manejo eficiente de la gestión estatal.