El senador del estado de Florida, Marco Rubio, ha arremetido contra la administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, afirmando que está presionando a República Dominicana para que acepte en su territorio a tres millones de haitianos. Según Rubio, esta influencia de Biden proviene, en parte, de grupos como Amnistía Internacional.
Rubio, miembro del partido Republicano, indicó que «La administración de Biden, influenciada por grupos radicales de izquierda, como Amnistía Internacional, está instando a que se acepten a tres millones de haitianos en cualquier momento». El senador también calificó esta presión como «injusta», argumentando que República Dominicana es un país en desarrollo con recursos limitados y que ya tiene obligaciones con Haití.
«Cualquiera que dude de esto debería considerar el hecho de que más de un tercio de todos los nacimientos en R.D. son actualmente de mujeres haitianas», señaló Rubio.
El senador Rubio defendió la política migratoria del presidente dominicano, Luis Abinader, sosteniendo que «ha dejado claro que protegerá la soberanía dominicana imponiendo las deportaciones».
Amnistía Internacional (AI) ha instado, en dos comunicados en un lapso de siete meses, a República Dominicana a «poner fin» al «trato racista» contra los descendientes de haitianos y frenar las deportaciones, al tiempo de brindar asilo a aquellos miembros del vecino país que lo soliciten.
En septiembre de 2023, en ocasión del décimo aniversario de la sentencia TC/0168/13 que establece que los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos a partir de 1929 no son reconocidos como nacionales, AI llamó al país a poner fin al «trato racista» contra los haitianos. Agregó que esto afecta de manera desproporcionada a decenas de miles de personas con ascendencia haitiana y que han sido afectadas por «la política racista y discriminatoria» que históricamente ha implementado el país.
La postura de la administración Biden sobre el tema migratorio ha generado un debate tanto a nivel nacional como internacional. Si bien algunos defienden la idea de que se trata de una acción humanitaria necesaria, otros, como Rubio, opinan que esta medida podría afectar gravemente a República Dominicana, un país que ya enfrenta una serie de desafíos económicos y sociales.
República Dominicana, históricamente, ha tenido una relación tensa con Haití, y las políticas migratorias siempre han sido un tema candente entre ambos países. La presión de la administración Biden para acoger a tres millones de haitianos está añadiendo una nueva dimensión a esta situación, desatando críticas desde diversos sectores políticos y sociales en República Dominicana y en el extranjero.
La respuesta del presidente dominicano, Luis Abinader, ante esta presión es crucial para determinar cómo se desarrollarán los acontecimientos. La defensa de la soberanía dominicana por parte de Abinader parece ser el pilar fundamental de su postura, lo que sugiere que las deportaciones seguirán siendo una medida importante en la política migratoria del país caribeño.