Comparando las estadísticas disponibles del Banco Central y el Ministerio de Turismo, para el cierre del año 2019 ingresaron al país 6,446,036 pasajeros en la categoría de no residentes, lo que en cifras equivale cerca del 17% de los turistas de todo el Caribe insular y Centroamérica. Este hecho, nos posicionó como el líder de la región. Logro que, al parecer, ha herido algunos intereses.
La industria turística es vital para los ingresos de nuestro país pues su aporte al Presupuesto General del Estado es en promedio, el 8.4% de PIB. Por este concepto República Dominicana percibió unos US$7,468.1 millones como ingreso de divisas solo en el referido año. No obstante, el sector mantuvo un crecimiento sostenido del 5% anual entre los años 2012 y 2019; aportando éste, ingresos superiores a los 58,000 millones de dólares desde el año 2010.
Amigos lectores, se preguntarán por que nuestra referencia base es el año 2019, sencillo; siempre que se realizan las proyecciones, ya sean de ingresos, gastos, financiamiento o inversión pública, se toma como año base el ejercicio anterior en la serie estadística, siempre que este haya mantenido un comportamiento regular, sostenido. El año 2020 marcado por la pandemia covid19 en todo el mundo, fue atípico, provocó el cierre de las fronteras desde su primer trimestre, lo que consecuentemente impactó de forma negativa nuestro turismo.
Quien dirige el Ministerio de Turismo actualmente en nuestro país, todos saben que en algún tiempo fue objeto de cuestionamientos de nuestra parte, por el precario desempeño que entendemos agotó como alcalde de la ciudad de Santo Domingo, sin embargo, las diferencias de ideas políticas no nos deben cegar, es evidente su esfuerzo e interés por dinamizar la recuperación gradual de la actividad turística, responsabilidad que le tocó asumir en medio de una crisis sanitaria y que reconocemos.
En los ambientes empresariales y periodísticos se habla de todo, personalmente no creo en las conspiraciones, aunque no deja de ser curioso el hecho de que cadenas de información que tienen difusión internacional dimensionen temas respecto de la seguridad ciudadana local, que sí es cierto que han lastimado nuestra sociedad y que deberán ser respondidos con contundencia por quienes nos dirigen, no obstante, en sus notas se percibe otro matiz, como si se tratara de inhabilitarnos en esta materia.
El sector turismo es muy sensible, importantes cadenas hoteleras e inversionistas apuestan al turismo dominicano como destino, a ellos les preocupa el clima de inversión y las garantías jurídicas.
Si todos queremos salir adelante e impulsar la economía, debemos respaldar las acciones que está implementando el gobierno para lograrlo, somos dominicanos y esa condición debe estar por encima de los intereses político-partidarios o el sector económico que se represente.
Las alianzas estratégicas que se están implementando, los acuerdos de colaboración entre el Banco de Reservas y ASONAHORES, el fomento y desarrollo de la infraestructura turística o la supervisión y regulación de los servicios, no tendrá trascendencia si cada uno de nosotros no se convierte en embajador de nuestro país y por supuesto, si estas medidas no se logran acompañar con un plan estratégico de comunicación que fortalezca el posicionamiento internacional.