Santo Domingo. El ingeniero civil y político dominicano Víctor Díaz Rúa oficializó este sábado 6 de septiembre su intención de integrar la Dirección Política de la Fuerza del Pueblo (FP), el órgano ejecutivo de mayor peso dentro de la estructura del partido verde. Lo hizo colgando en su cuenta oficial de X (antes Twitter) un afiche que, sin rodeos, lo devuelve al ruedo y confirma lo que muchos intuían: su regreso a la primera línea.
El movimiento generó de inmediato una corriente de reacciones favorables. Comunicadores y dirigentes opositores destacaron su experiencia y resultados de gestión; entre ellos, mensajes públicos que subrayan su “eficiencia” al frente de Obras Públicas y su valor agregado para una oposición que busca relanzarse tras el ciclo electoral. “En política, quien no se mueve se oxida; Díaz Rúa parece preferir el acero inoxidable”, comentó con sorna uno de los opinadores que aplaudieron el anuncio en X.

Trayectoria: del agua a la vía… y de vuelta a la política
Díaz Rúa fue director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) entre 2004 y 2007. En ese tramo impulsó obras de alto impacto en cobertura y resiliencia hídrica: ampliación del acueducto de la Línea Noroeste, los acueductos de Samaná, La Romana, San Cristóbal, San Francisco de Macorís y Nagua, además del alcantarillado de San Pedro de Macorís, entre otros proyectos con inauguraciones escalonadas por todo el país. ¡No hay discurso que valga más que abrir la llave y que salga agua!
En 2007 pasó a encabezar el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), cargo en el que fue ratificado tras la reelección de 2008. Su gestión es recordada por un programa vial ambicioso que cambió la movilidad del Gran Santo Domingo y los corredores turísticos: Corredor Duarte (con sus ocho pasos a desnivel), elevados en la Autopista Duarte y Monumental, Duarte con Manoguayabo, Kennedy con Núñez de Cáceres, túneles y elevados en la 27 de Febrero, Ortega y Gasset y Charles de Gaulle; además de la Autopista del Coral, las carreteras Baní-San Cristóbal, El Río-Jarabacoa, Casabito-Constanza, Santo Domingo-Samaná, Miches-Sabana de la Mar, y los puentes sobre los ríos Soco y Chavón. “Si la ciudad es un laberinto, el ingeniero traza la salida”, ironizan sus seguidores.
Lectura política: regreso de un aliado histórico de Leonel
En términos internos, el desembarco de Díaz Rúa agrega densidad a la renovación orgánica que discute la FP, donde la Dirección Política (órgano ejecutivo de la Dirección Central) marca el compás estratégico del partido. Su cercanía histórica con Leonel Fernández, en cuyos gobiernos ocupó posiciones claves, multiplica el interés por el desenlace. Para la FP, incorporar perfiles con gerencia probada y redes territoriales puede ser la diferencia entre quedarse en el comentario o pasar a la ejecución. “Menos brindis, más obras”.
¿Qué significa su retorno?
Primero, capacidad operativa. La política moderna premia a quien convierte programas en cronogramas, y cronogramas en obras. Desde el agua potable hasta los intercambios viales, el portafolio de Díaz Rúa habla de project management con entrega (y eso, en campaña y en oposición, también se nota). Segundo, señal al electorado independiente: volver después de años de bajo perfil a competir en un órgano colegiado, donde la exposición es diaria y la auditoría es implacable, es una apuesta de rendición de cuentas política. Tercero, mensaje hacia adentro: la FP, principal partido de oposición, está atrayendo (o reactivando) cuadros que conocen el Estado por dentro y que no temen el escrutinio externo.
En la clave de relato, el anuncio de este sábado no es un tuit más: es la foto de inicio de obra. Es también un guiño a la cultura del resultado: Díaz Rúa vuelve al ruedo con su lenguaje de siempre (casco, botas y cronograma) y con una ambición explícita: sentarse donde se toman las decisiones más sensibles del partido.
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