A medida que se acerca la fecha de las elecciones presidenciales en el país, el actual presidente Luis Abinader mantiene una posición sólida en las encuestas, aunque sin alcanzar el umbral del 50% necesario para evitar una segunda vuelta. Según las últimas encuestas, Abinader aventaja en primer lugar con aproximadamente un 46% de intención de voto, seguido por Leonel Fernández con alrededor del 33%, Abel Martínez con un 16% y Miguel Vargas con apenas un 3%.
En este escenario, Miguel Vargas se levanta como un pilar fundamental para la unión de la oposición y la consolidación de alianzas congresuales. De resultar la oposición victoriosa en una segunda vuelta, Vargas Maldonado se posicionaría como la columna vertebral de la oposición, unificando a los diferentes sectores políticos en torno a un objetivo común: derrotar al oficialismo encabezado por Luis Abinader.
La competencia entre los candidatos de la oposición se intensifica a medida que la primera vuelta se acerca. A pesar de las diferencias ideológicas y las disputas internas, los tres principales contendientes de la oposición han decidido presentarse por separado en la primera vuelta. Sin embargo, han firmado un acuerdo para respaldar al candidato que quede en segundo lugar en caso de que ninguno de ellos logre superar el 51% de los votos, lo que garantiza una alianza estratégica para la segunda vuelta.
Leonel Fernández, liderando la coalición de la Fuerza del Pueblo, busca capitalizar su base de apoyo y expandir su influencia en todo el país. Con un enfoque en propuestas de desarrollo económico y social, Fernández espera ganar terreno entre los votantes descontentos con la gestión actual y aquellos que buscan un cambio en el liderazgo nacional.
Abel Martínez, respaldado por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se presenta como una opción competitiva en la contienda electoral. Su campaña se centra en promesas de cambio y renovación, apelando a aquellos que desean una nueva dirección para el país. Martínez confía en su capacidad para movilizar a la base del PLD y ganar el apoyo de otros sectores clave.
Por su parte, Miguel Vargas, líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), enfrenta un desafío considerable para mejorar su posición en las encuestas. Con un nivel de apoyo relativamente bajo, Vargas se esfuerza por destacar entre los votantes y presentarse como una alternativa viable en la contienda electoral.
Con la primera vuelta programada para el 19 de mayo de 2024, y la posibilidad de una segunda vuelta en julio, la carrera presidencial dominicana promete ser una batalla reñida entre los principales contendientes. Las alianzas políticas y la capacidad de movilización serán factores decisivos para determinar el resultado final, en un contexto político marcado por la diversidad de opiniones y aspiraciones de la población dominicana.