Hay numerosos hombres malvados en la Tierra que se visten de corderos y ovejas, pero en realidad son cabritos.
En el 2020 se selló la mentira en toda la Tierra, y hasta que se abran los ojos de los hombres en todo el mundo, no escaparán de ella.
El tiempo de todos se acabó en el 2020, no en el 2024. ¿No se dan cuenta de que están todos encarcelados? Aquellos que participan en este debate político, que no le interesa a nadie excepto a quien está en la sombra, están amarrados.
El presidente de este mundo no es el que gobierna un país ni el que intenta llegar al poder en otro país. Todos están atrapados desde el 2020.
Hay un líder mundial sin rostro que ha atrapado a todos desde el 2020. Están en sus teléfonos, en sus equipos electrónicos, en sus propios cuerpos, en sus ropas y comidas, en su espacio, en su entorno. Los han llevado por doquier; todos han sido quebrantados y ni siquiera se han dado cuenta porque están vendidos al mundo y pelean estos asuntos sin percibir nada en absoluto.
No comprenden que ni siquiera Dios permitió que su ejército interviniera en estos asuntos de control imposible y temporal que tiene la bestia sobre todas las organizaciones de la Tierra.
Esta bestia ya está siendo alabada, adorada y temida como la gran señora del universo, conduciendo temporalmente todos los destinos de la Tierra hasta el cumplimiento de sus días. Los hombres deben escapar por su propia voluntad, esa voluntad sincera que estuvo disponible solo hasta el 2020.
Todos han sido atrapados desde el 2021 en adelante, y antes de eso, el diablo preparó los corazones y las mentes para intentar convertir a todas las naciones en la raza de Lucifer.
¡Escapen! ¡Escapen porque están atrapados! ¡Escapen todos aquellos que realmente sientan que son de Dios!
Los diablos fallarán y serán quebrantados para siempre en un abrir y cerrar de ojos.
El tiempo establecido por Dios para las restricciones del mal se acabó en el 2020. Desde entonces comenzó el último deseo de Satanás y la bestia sobre todas las sociedades de la Tierra.
Cada hombre debe dejar su afecto por el mundo y interesarse por Dios, por el verdadero espíritu que no engaña a quienes han sido llamados por él.
Jesús es la verdadera libertad; fuera de Él, no hay nada más.