EFE. – La quinta muerte por coronavirus en Haití llegó de la República Dominicana dos días antes de su muerte, reveló el Secretario de Estado de Comunicaciones, Eddy Jackson Alexis, reporta la agencia EFE.
«El fallecido es un hombre de 40 años que sufría de hipertensión arterial, fiebre, vómitos y graves problemas respiratorios, todo lo cual complicó su caso», escribió la ministra de Salud.
El mercado callejero de Pétion-Ville, principal zona comercial de Puerto Príncipe, luce abarrotado este sábado, a pesar de las constantes recomendaciones de las autoridades de mantener distanciamiento social para evitar la propagación del coronavirus, que todavía es incipiente en el país.
Como en un día cualquiera, centenares de personas, en su gran mayoría a cara descubierta, se arremolinan frente a los puestos de venta de verduras, frutas, carne o ropa, que exponen su mercancía en cestas o dispuestas en telas tendidas en el suelo.
El trasiego de personas hacia el mercado es constante. Llegan y parten en los ‘tap tap’, pequeños autobuses en los que caben de ocho a diez pasajeros sentados hombro con hombro, o en las moto-taxis que se aglomeran en ambos extremos del mercado.
Han pasado cinco semanas desde que Haití anunció el cierre de aeropuertos y fronteras para luchar contra la propagación de la pandemia y, a pesar de las conferencias, los comunicados de prensa y las campañas de sensibilización, el comportamiento del pueblo haitiano no ha cambiado todavía.
IGNORANCIA Y NEGACIÓN
Muchos haitianos no respetan las normas de distanciamiento social impuestas por el Gobierno porque simplemente no creen en la existencia de la enfermedad.
Jean Marc, conductor de motocicletas de 33 años con base en el barrio de Tabarre, cerca de la embajada de Estados Unidos, explica a Efe que muchos haitianos creen que el COVID-19 no existe y el Gobierno utiliza la enfermedad ‘para hacer dinero’.
‘Tengo una mascarilla, pero no la uso a menudo. No me siento en compañía de gente que no conozco. Pero sí creo que la enfermedad existe’, puntualiza.
Sin embargo, confía en que la enfermedad no hará el daño que hace en otros países.
LOS MALOS PRESAGIOS OFICIALES
Actualmente Haití registra 72 contagios y 6 fallecimientos por el COVID-19, más de un mes después de que se notificase el primer caso en el país.
Sin embargo, los especialistas predicen lo peor.
«En el mejor escenario posible, predecimos unas 2.000 muertes, pero dependiendo de cómo evolucione la situación, podemos tomar estas predicciones y multiplicarlas por cinco, por diez», anunció el epidemiólogo del Ministerio de Salud, Patrick Delly, en una rueda de prensa el viernes.
«Y en un escenario catastrófico, podemos ir más allá de las 20.000 muertes», añadió Delly.
Haití carece de camas en unidades de cuidados intensivos, de respiradores y otros equipos médicos necesarios para atender a los pacientes graves del COVID-19.
Además, aún no han llegado al país los equipos médicos y sanitarios encargados a China, que costaron 18 millones de dólares, según afirmó este viernes el doctor Jean Wiliam Pape, copresidente de la Comisión Multisectorial para la Gestión del COVID-19, en declaraciones al diario Le Nouvelliste.
Se espera que el pico de la enfermedad se produzca a finales de mayo y principios de junio, según Pepe, que predice una tasa de infección del 86 % de la población.
LAS PRIMERAS MUERTES
Si bien al principio los fallecidos eran mayores, de entre 69 y 55 años, las dos últimas muertes fueron de jóvenes de 32 y 18 años respectivamente.
La sexta muerte ocurrió el viernes en departamento del Oeste y fue un hombre de 18 años que sufría de una infección cerebral y dificultades respiratorias.
«Esto causó que cayera en coma. Todo esto complicó su caso», dijo la ministra de Salud, Marie Greta Roy, en un comunicado. Los dos primeros casos fueron revelados el 19 de marzo. El país ha registrado 6 muertes en sólo 20 días.