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Manuel Pellerano Carvajal: un diplomático dominicano entre las letras y el servicio exterior

La vida de Manuel Pellerano Carvajal fue un entramado de servicio público, cultura y política

Pellerano Carvajal
Fuente externa.

La historia de la diplomacia dominicana del siglo XX encuentra en Manuel de Jesús Pellerano Carvajal (1888–1952) una figura versátil y multifacética. Médico de formación, político activo, escritor y, sobre todo, diplomático, su vida profesional estuvo marcada por una constante presencia en escenarios internacionales y una pluma al servicio tanto de la cultura como del poder político.

En 1922, el presidente peruano Augusto Leguía lo designó Cónsul General del Perú en la República Dominicana, un cargo honorario que en esa época solían ocupar ciudadanos locales de reconocido prestigio. Años después, su carrera se volcó al servicio exterior dominicano, donde alcanzó una notable trayectoria. Ejerció como Director de Protocolo de la Cancillería, fue nombrado Primer Secretario de la Embajada dominicana en México en 1946, y desempeñó funciones como Cónsul General en Chicago y México, Encargado de Negocios en El Salvador y finalmente Embajador en Ecuador, país donde concluyó sus días en el ejercicio de la diplomacia.

Su nombre aparece también vinculado a episodios claves de la política regional. En 1939 y 1940 participó como delegado en las Conferencias Panamericanas de Panamá y La Habana, antecedentes directos de la Organización de Estados Americanos (OEA). Ese mismo año integró la Unión Interamericana del Caribe, una instancia multilateral que buscaba coordinar políticas de defensa y cooperación entre países hispanoamericanos. Informes diplomáticos británicos de 1950 y 1951 lo describen como “un hombre mayor, apasionado en sus discursos sobre la unidad latinoamericana, con algunos éxitos literarios y una propensión a parecer un Don Juan”.

Escritos y legado intelectual

Además de su labor diplomática, Pellerano Carvajal cultivó la escritura. Fue miembro fundador y primer secretario general de la Sociedad Bolivariana de la República Dominicana (1938) y publicó textos tanto de corte literario como político. Entre ellos destaca el poema “Ecuador” (1951), difundido por la Sociedad Bolivariana del Ecuador, que exaltaba los lazos de hermandad latinoamericana. También escribió artículos en defensa del régimen de Rafael Leónidas Trujillo, como La Influencia de la Acción Renovadora del Hon. Presidente Trujillo en nuestra Facultad de Cirugía Dental (publicado en los Anales de la Universidad de Santo Domingo en 1937) y La Realidad de la hora: Trujillo Único, aparecido en el Listín Diario.

Su faceta de propagandista se expresó igualmente en la política interna: integró la Sección de Propaganda del Partido Dominicano, junto a Joaquín Balaguer y Fabio A. Mota, y colaboró en el programa radial La Hora Política.

Un hombre entre la política, la diplomacia y las letras

La vida de Manuel Pellerano Carvajal fue un entramado de servicio público, cultura y política. Su paso por cargos diplomáticos de relieve, su rol en organismos internacionales y su incursión en la literatura lo convierten en un exponente de aquella generación de intelectuales dominicanos que combinaron la pluma con la gestión pública. Aunque parte de su producción escrita estuvo marcada por la exaltación al trujillismo, sus aportes reflejan un perfil integral que dejó huella tanto en los círculos diplomáticos como en los ámbitos culturales del Caribe y América Latina.




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