Ciudad del Vaticano, 8 de mayo de 2025 — En un hecho sin precedentes para la Iglesia Católica, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost fue elegido este jueves como el nuevo Papa, adoptando el nombre de León XIV. Su elección marca un hito histórico, al convertirse en el primer pontífice originario de los Estados Unidos.
Prevost, nacido en Chicago y con nacionalidad peruana, es también el primer Papa perteneciente a la Orden de San Agustín y cuenta con una sólida trayectoria como misionero en Perú. Con casi 70 años y dominio de cinco idiomas, su perfil internacional y pastoral ha sido clave para su elección.
Durante su primera aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro, León XIV expresó un mensaje centrado en la paz, el diálogo y la inclusión. Mostró su gratitud hacia su predecesor, el Papa Francisco, a quien citó también durante su primera misa, pidiendo a los fieles “tomar a Jesús como modelo”. Su hermano lo describió como “un segundo Papa Francisco”, en alusión a su cercanía a las causas sociales.
La elección ha sido recibida con entusiasmo en varios rincones del mundo. La Iglesia católica en México celebró con júbilo el nombramiento, mientras que líderes políticos como Pedro Sánchez, presidente de España, y Joe Biden, presidente de EE. UU., manifestaron su apoyo al nuevo pontífice. Sánchez pidió que su pontificado sea “firme defensor de los derechos humanos”, y Biden destacó su esperanza de que León XIV promueva un mayor acercamiento ecuménico.
Sin embargo, no han faltado las primeras polémicas. Sectores ultraconservadores han iniciado campañas en su contra, cuestionando su orientación pastoral. También han surgido acusaciones sobre supuesta mala gestión de casos de abuso clerical durante su etapa como obispo, aunque una investigación de la curia concluyó que su conducta fue “intachable”.
León XIV ya ha comenzado a delinear su agenda. Ha confirmado provisionalmente a todos los cargos del Vaticano y se espera que la misa de inicio de su pontificado, el 18 de mayo, cuente con un despliegue de seguridad comparable al funeral de Francisco. Llamó la atención su elección de vestimenta, retomando elementos tradicionales que Francisco había dejado de lado, un gesto interpretado por algunos como simbólico.
El mundo católico observa con atención el inicio de un pontificado que promete continuidad en el enfoque social, pero que también enfrentará desafíos internos y globales. La figura de León XIV despierta tanto esperanza como cautela en una Iglesia que sigue en búsqueda de renovación.
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