Tomás Aquino Méndez, periodista.
Obligar una familia a sacar un paciente AGONIZANTE de un centro médico, suena inhumano. Aunque a lo largo de mi carrera de más de 30 años en el periodismo, he visto y oído muchas cosas, no asimilo esta acción, que llevó esta persona a una muerte inducida. Como yo, seguro que muchos dominicanos tampoco darán crédito a lo que expongo en estas Expresiones. Pero sí, es un caso real, conmovedor, indignante.
El protagonista es un entrañable amigo. Un hermano por selección. Una pariente suya, con dificultades para que el oxígeno le llegue al cerebro, entubada y en condiciones críticas, debió ser ingresada de emergencia a una Unidad de Cuidados Intensivos. Sin embargo la dirección del Centro Médico donde estuvo varios días en la sala emergencia, no lo hizo. Conminó y obligó a la familia a sacarla del lugar. Aclaro que estaban cumpliendo todos los requisito$$$ requeridos por ellos. El resultado, ya lo imaginan. Trasladar una paciente en esas condiciones, era previsible qué sucedería. Lo sabían los médicos que emplazaron la familia a sacarla del lugar. Murió, solo unas horas después de llevarla a otro centro en la zona oriental. Es una muerta del sistema de salud y de la indolencia con la que se manejan los servicios sanitarios en nuestro país, públicos y privados. Ojalá que, a ningunos de los ejecutivos de este PRESTIGIOSO centro médico, que dieron la orden de EXPULSAR de su clínica a esta paciente, fallecida, vivan una experiencia tan amarga y traumática.